lunes, 29 de enero de 2007

Mi país inventado

Amo a mi país, a ese país que me tomó la mano siendo yo muy pequeño. A ese que me vió crecer y me educó y me formó. A ese que me enseñó el valor de la paz y sobre todo, a ese que me mantuvo firmemente ligado a mi familia. A ese país, pequeñito y puro, que llenó de esperanzas nuevas a mis papás y que es distinto al país en que nací.

Terminé viviendo en un país distinto a ese y no por eso he dejado de quererlo, pues mi sangre está llena de él, están llenos mis recuerdos y están llenas las memorías familiares.

Soy una parte de acá y otra parte de allá, mi papá es de un sitio y mi mamá del otro, eso me daría una mitad de cada lado, de no ser porque mi papá es mitad de acá y mitad de allá, también por que sus papás son uno de acá y el otro de allá; así que he de tener un 75% de allá y un 25% de acá. Pero..., ¿a quién le importan estos números, cuando el sentimiento es uno y claro? a mi no!

Yo me he inventado una nacionalidad mezclada, llena de purezas de un sitio y del otro, de recuerdos y de costumbres, de historias de uno y del otro país, tengo una formación bi-cultural, si el término se permite, y hasta tengo dos "idiomas" pues aún y cuando en ambos países se habla es castellano hay cosas que se llaman diferente.

Yo trato de entender a las personas que se han visto en una situación como la mía y que por azares del destino, terminaron viviendo en un país distinto al que nacieron (ya sea por voluntad o por obligación), y digo trato de entender porque sus sentimientos son mucho más complejos que los míos.

Escucho miles de veces, incluso a mis propios coterraneos, hacer comparaciones de su país y este. Y es que, además de lo odiosas que son,...éstas comparaciones, en donde se mezclan las culturas y las nacionalidades, dan mucho problema. Y dan mucho problema porque una palabra mal empleada e incluso una pasíon desenfrenada, siquiera para describir el sitio donde nací, puede generar una mala interpretación de los hechos y terminar por desatar un conflicto de intereses y de ideas y de sentimientos.

El hecho es que este fin de semana leí un artículo (con muy buena letra, por cierto!) en una revista local, en donde un coterraneo mío comenta sobre su situación y apunta a decir que no hay hierba en esta tierra que le haga olvidar a su país. Empieza por hacer una remembranza de su ciudad natal y de todas las que durante su niñez conoció, muy acertado el comentario, de no ser porque olvidó un detalle: Dar las gracias por la hospitalidad de este país que lo recibió. Y es acaso que no la siente? si no es así, pues este es solo un país entre muchos otros a los que pudo haberse ido en su obligada situación de exhiliado. Si no se siente a gusto acá, no hay acaso otras opciones? Si se siente agradecido en cambio, un error de redacción, puede haber conseguido que otros como yo, tuvieramos una mala interpretación de sus bonitas palabras.

Y es que me da para pensar, porque no es la primera vez que escucho comentarios como ese, en donde la gente de otros lados, no se cansa de decir lo bien que la pasaban en sus países y lo mal que estan acá, el desarrollo de sus ciudades y lo bonito de sus culturas y lo mucho que lo añoran, mucho, mucho más que este.

No sé lo que puede significar dejar sin voluntad su terruño, pero a mi, me enseñaron que hay cosas que es mejor no decir y que hay siempre, mucho que agradecer!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te imaginas como el principito? Viviendo en su propio planeta, solo en compañía de su volcán y su rosa? Te imaginas dueño y señor de tu propia isla, donde vives con la naturaleza a tu espledor? Cualquier ambiente y lugar que eligas es tuyo. Estamos de paso en este planeta, a veces aquí y a veces en otra ciudad, sabiendo que existen normas y leyes que las rigen. Situaciones diferentes, buenas y malas en cada lugar.

Lo importante del sitio terrenal, es dejar huella de paz en cada punto y en cada uno de los que estan a nuestro lado. Si tienes la ventaja de visitar al país vecino por avión y luego por tierra, tendrás 2 sensaciones muy distintas, pero siempre habrás llegado al mismo punto. Y quien lo hizo fuiste tu mismo. La materia y la energía de tu cuerpo están ahí. Más la luz de alma debe quedar esparcida en todo tu trayecto: RECUERDALO.
Capricorniodeluz

Haz de luz dijo...

Hola Capricornio de Luz
Lindas palabras, pero no le encuentro relación con mi post! En todo caso, estoy de acuerdo en que lo importante es dejar la luz del alma esparcida en nuestro trayecto y que finalmente no somos dueños ni de aquí, ni de allá.