La Fuerza del Corazón

Por: El Mago de Oz

- Amado Arcángel de Fuego, podemos orar juntos?

- Bien, oremos juntos.

Amado Gran Espíritu, te habla mi corazón...
Ahora ha llegado la aurora, despierto y contemplo tu luz rayando el día, magnífica y eterna...
Me cuesta salir de la roca, del lodo... pero mi corazón anhelante de Vos me arrastra afuera, me levanta, me alegra, me hace ir a Vos.
Lo siento vivamente cada día y soy feliz por esto.

Honrada sea la fuerza del corazón que puede levantar a los muertos y despertar a los dormidos.
Honrada sea la fuerza del corazón que puede perdonar los desatinos y bañarme de amor y compasión...
Honrada sea la fuerza del corazón que puede hacer que el arrepentimiento (la transformación de la mente) y el perdón entren como aire fresco por los ductos subterráneos de mi pasado.
Honrada sea la fuerza del corazón que jamás se extingue... caen civilizaciones, hombres, creencias, religiones, pero jamás la fuerza que reside en los corazones.
Honrada sea la fuerza del corazón, esa fuerza inconmensurable, inimaginable, sin principio ni fin.

Yo reconozco, Gran Espíritu, que la fuerza de mi corazón te pertenece y como tu hijo estoy dispuesto a escuchar Tu Voz, Tu Voz que habla desde mi corazón como la voz suave y cantarina de los arroyos, cristalina, fresca... Tu Voz que siempre ha estado ahí...
Ahora acercaré mi oreja a tus labios divinos y escucharé... sin importar el tiempo... escucharé tus palabras, lo que Vos querás decirme, mi Señor.

Benditos sean los que siempre escucharon.
Benditos sean los que están escuchando.
Benditos sean los que quieren escuchar.
Benditos sean los que escuchan y hacen, aunque no estén conscientes de ello.
Benditos sean los que te aman y te conocen.
Benditos sean los que te aman, sin conocerte.
Benditos sean los que te buscan.

Amado Señor, heme aquí hablándote...
Antes cuándo hubiera pensando esto?
Ciertamente Vos te acercás...
Ciertamente tu día está llegando...

Te amo, mi Señor!

-Así es ….
(Silencio)