domingo, 29 de marzo de 2009

La suerte no es más que una ilusión

La suerte es solo un término para definir aquello que creemos que afecta de manera positiva a otros. Nuestros anhelos están, la mayoría de las veces, vinculados con las cosas positivas que afectan a otros.

Aquello que nos hace falta, o creemos que nos hace falta, es automáticamente monitoreado por nuestro cerebro que ha sido anteriormente condicionado por la sociedad, de tal manera que siempre terminamos anhelando aquello que poseen los demás, sea algo material o algo espiritual.

Nos descubrimos casi siempre, hablándonos a nosotros mismos sobre aquellos logros que han conseguido nuestros amigos, nuestros familiares y semejantes sobre: el nuevo trabajo, la nueva promoción, el auto nuevo, la casa nueva, la entrega espiritual, la amabilidad, la inteligencia y otros tantos deseos que tenemos para nosotros mismos, sin darnos cuenta que estos, ya forman parte de nosotros, así como de manera distinta, también forman parte de las personas que estan a nuestro alrededor.

Si consideramos "suerte" aquellas cosas que llegan a la vida de las personas y que por alguna razón nosotros desearíamos tener, dejame decirte que ya poseemos eso y mucho más.

No existe la suerte como tal, sino que ésta es una manipulación inconciente o conciente de las realidades de las personas que han sabido aprovechar las oportunidades que se presentan y han sabido pues, tomar la decisión adecuada para desarrollar ese elemento innato y lograr alcanzar objetivos que le ayudarán a vivir mejor. Estos objetivos son y serán duraderos, en el tanto que las personas sepamos utilizarlos en función y beneficio de otros, pues para eso estamos acá, para servir.

Entonces todos tenemos suerte, entendida la suerte como las herramientas con las que hemos llegado a esta esfera temporal, debemos desarrollar esas herramientas y luego ponerlas al servicio incondicional para el desarrollo colectivo. Así pues, para algunas personas la suerte está disfrazada de bienes materiales; para otras, simplemente se trata de dones artísticos; algunas otras veces las personas desarrollan una inteligencia sobresaliente, de manera que tienen la "suerte" de hacer descubrimientos o desarrollar estrategias de crecimiento; algunas veces la "suerte" está dada en forma de voz o de capacidad para emitir sonidos maravillosamente armónicos con ella o con un instrumento.

Pero la suerte también se sabe camuflar en forma de discapacidad física o mental; también se puede encontrar en forma de pobreza material o de una infinita acumulación de esfuerzos para lograr algo que para otros es muy simple; la suerte también la vemos vestida de tristeza y de angustia intensa; la suerte es todo lo que tenemos a nuestro lado porque eso que tenemos es y será siempre de la medida exacta para nuestro desarrollo espiritual, que es lo que realmente importa.

En cualquiera de los casos, debemos aprender a desarrollar ideas y a reconocer que somos totalmente capaces de crecer en gracia y sabiduría para lograr desde nuestras posibilidades un bien futuro y presente para nuestros semejantes, porque la suerte es realmente...aprender a reconocer que todo aquello que tenemos, no nos pertenece a nosotros sino a los demás.

Hemos sido colocados en el lugar exacto para ayudar a Co-Crear un mundo mejor y en el tanto que no logremos coordinar nuestra razón de ser con el desarrollo general de nuestros semejantes, no vamos darnos cuenta que somos una raza con una verdadera suerte de haber nacido.

Esta gracia forma parte de las muchas otras gracias que no vemos, pero que pronto sabremos que es nuestro mayor legado espiritual.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo.

1 comentario:

González Luis dijo...

Suerte...gracia...?

Bueno, mi vida fue bendecida años después del momento en que te conocí, pero fueron nuestros primeros pasos los que marcaron la plataforma de la "suerte" de la Luz que emana de tu amistad.