Existen dos facetas del ego en nosotros, las cuales la mayoría de las veces pueden pasar como un comportamiento normal del ser humano, mas que en verdad son otras dos formas del ego de nutrirse de nuestra energía y mantenerse vivo, además de ser terriblemente perjudicial en varios aspectos de nuestra vida.
La charla interior
La llamada charla interior, como dice su nombre, es una sucesión de conversaciones, habladurías, actos, etc., que ocurren en nuestro mundo interior en la forma de pensamientos cuando alguien nos habla o hace algo que no nos gusta. En este caso, todavía que no digamos nada verbalmente, en nuestro interior estamos hablando cosas horribles de la persona, maldiciéndola, humillándola, etc., etc.
Por ejemplo: Supongamos que trabajamos en un escritorio y haciendo una tarea cualquiera, cometemos un determinado error. Entonces nuestro jefe nos llama a su sala y nos reprende educadamente. Eso ya puede ser suficiente para que en nuestro interior estemos con ganas de matarlo, humillarlo y decirle cosas horribles, aunque al oír su reprensión, externamente, apenas nos disculpemos por el error y salgamos calmadamente de su sala.
¿Por qué ocurre eso? Porque, debido al ego, nuestra vida emocional se fundamenta en la auto-simpatía. Eso significa que solamente simpatizamos con nosotros mismos, con nuestro querido ego; y sentimos antipatía y hasta odio de aquellos que no simpatizan con nosotros. El mayor problema es que esta charla interior causa mucho sufrimiento y desgaste psicológico a la persona que está en esta condición, pues le absorbe mucha energía y la acompaña todo el tiempo.
Además, puede traerle problemas en la esfera de los relacionamientos sociales también. Una persona que alimenta ese charla es como una bomba que un día puede explotar. Son conocidos varios casos de personas que eran aparentemente calmadas y calladas y de la noche para el día, fueron capaces de cometer terribles actos de violencia.
Entonces ¿Qué hacer con relación a esto? Ya vimos que la charla interior se debe a la auto-simpatía, que nada más es que un defecto psicológico. Luego la única solución realmente eficiente para resolver esto es aplicar la muerte psicológica. Entonces cuando sintamos aquel sentimiento desagradable que ocurre cuando alguien dice o nos hace algo que no nos gusta, debemos inmediatamente aplicar la muerte psicológica.
También debemos aplicar la muerte psicológica cuando broten en nuestra mente los pensamientos de odio, de decir o hacer algo a una persona con la cual no simpatizamos.
Además, debemos también adoptar una nueva actitud mental con relación a esto. Necesitamos aprender a ver desde el punto de vista ajeno, así como saber colocarnos en el lugar de las otras personas.
En el ejemplo que fue dado, analizando el caso desde el punto de vista del jefe, él actuó correctamente pues su función era la de coordinar los trabajos del escritorio. Además, si nos colocamos en su lugar probablemente haríamos la misma cosa, una vez que el jefe, así como nosotros, tiene sus responsabilidades y necesita cumplirlas ante sus superiores también.
La canción psicológica
La canción psicológica es semejante a la charla interior, pues también se procesa en la forma de diálogos y charlas en nuestro mundo interior y también nos causa sufrimientos y desgaste. Pero la canción psicológica tiene otros fundamentos que la originan, y frecuentemente es manifestada exteriormente (verbalmente).
La canción psicológica está relacionada a nuestra auto-consideración, que se da especialmente cuando nos identificamos con nosotros mismos. Auto-consideración significa sentir piedad de sí mismo, es pensar que siempre nos portamos bien con todas las personas y estas no reconocen eso, no nos dan el valor que creemos tener, son ingratas, no retribuyen los favores que les hicimos, que nos deben algo, etc., etc., etc.
En resumen: en el fondo nos consideramos óptimas personas que, de alguna manera siempre somos víctimas de las injusticias y maldades de los demás y de la sociedad. Una forma muy común de auto-consideración es preocuparse con lo que las otras personas pueden pensar de nosotros; tal vez piensen que no somos honradas, sinceras, correctas, justas, etc.
Normalmente una persona que esté identificada con ella misma, identificada con su auto-consideración, exterioriza lo que está sintiendo. Entonces es cuando surgen aquellas personas que siempre repiten las mismas conversaciones ( la misma canción psicológica), en las cuales reviven hechos pasados donde se juzga que fue injusticiada por otras personas, que hizo muchos favores a fulano y que éste no le dio su debido valor, que trabajó mucho en su empleo y su patrón no le pagaba lo que realmente merecía, que ayudó mucho a un amigo y sólo recibió ingratitud, etc.
Este tipo de persona repite siempre la misma canción psicológica cada vez que encuentra alguien dispuesto a escucharla, de comprenderla. Con una persona así es prácticamente imposible conversar, pues siempre el diálogo retorna al mismo punto, al mismo asunto.
Si una persona vive constantemente sufriendo por lo que le deben, por lo que le hicieron, por las amarguras que le causaron, nada podrá crecer en su interior. Esas personas normalmente sienten una gran tristeza interior, una sensación de monotonía, un profundo aburrimiento, cansancio íntimo y frustración.
Es una situación muy triste. Sin embargo, así como la auto-simpatía, la auto-consideración también es un defecto psicológico que puede y debe ser eliminado a través de la muerte psicológica.
Por eso esté atento a sentimientos, pensamientos y comportamientos semejantes a los que vimos sobre la canción psicológica
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