lunes, 8 de septiembre de 2008

Mi intención del Ramadan

Ramadán (en árabe رَمَضَان ramaḍān) es el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol.


La palabra ramadán se suele usar en castellano para designar dicho ayuno, cuyo nombre en árabe es ṣawm (صَوْم).


El día comienza con la caída del sol, y el mes comienza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar.

Sin ninguna intención de ofender a nadie, pues no soy musulmán, he decidido hacer unas variantes a este sagrado mes y aplicar lo que me sirve para mi propio crecimiento. Haré un ayuno similar, pero reduciéndolo un tiempo considerable. Intensificaré mis meditaciones, pero sobre todo, pondré muchísima más atención a la intención de mis plegarias, enfocándome en el agradecimiento y el perdón.

No estoy preparado para hacer el Ramadán tal cual lo estipula la ley religiosa musulmana; primero porque mi formación no es musulmana (lo mencioné); luego porque ya empezó el noveno mes; también porque deberé ajustar los horarios según mis actividades y por último, con el absoluto convencimiento de que es solamente mi intención, sin pretender decir que estoy haciendo Ramadán, la forma de asegurar que mi cuerpo esté en sintonía con mi alma y aprenda de ella, los maravillosos dones del agradecimiento y el perdón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que descubrirás cosas interesantes durante esta experiencia.
Suerte!!

González Luis dijo...

Es una gran proposición de compartir esta filosofía, pero sobretodo lo que persigue, enfrentando situaciones cotidianas como alimentarse, frente a la toma de conciencia de reflexionar y ayunar.
Escribo después de leer los post siguientes, por lo que sé lo vivido y valga mi comentario para felicitarte x tu experiencia.