miércoles, 26 de septiembre de 2007

Empiezo a recuperar mi luz

No es un momento grato en mi vida, pero al menos aún tengo luz interior. Me perdí por días enteros, por semanas, pero he vuelto.

Uno es luz, pero es luz que viene de lejos, uno es luz que rebota. Se absorbe la necesaria, se entrega la que se tiene y sigue adelante. Uno es luz.

Mi luz es la mezcla perfecta de amor, esfuerzo y empeño. Mi luz es mezcla de la luz de mis padres terrestres y de los padres de estos. Ninguna es más, ninguna es menos.

Esa luz se ha combinado con la luz universal que han colocado en mi alma y juntas se han fundido en una sola que finalmente ha creado a mi propia personalidad. Pero me refiero a esa personalidad que soy, esa que me forma y nutre. Así pues, soy luz mezclada de muchos y ahora me queda entragarla.

Una pizca de esa luz que me formó se apaga de a pocos. Una vez hablé de ella, mi abuela. No sé si lo hice acá o en el lugar en que me refugié como el ser humano que soy, simple, real.

Esa luz que se apaga de a pocos nos ha dejado mucho, nos deja la fuerza y nos ha indicado el camino correcto a seguir, un camino duro tal vez, pero que solo una familia unida puede sortear.

La abuela continúa acá, como enseñándonos algo, como manteniéndonos. Me pregunto si se aferra a nosotros o nosotros a ella y yo aprendo.

Quisiera pedir con fuerzas una liberación de su alma, que venga un serafín y la abrace delicadamente y la lleve consigo en el viaje al siguiente escalón; pero quién soy yo para pedir? Tengo tan corto entendimiento del órden universal que poco me atrevo a pensar, ni siquiera en pedir un descanso... Acaso para mi, acaso para los míos, acaso para ella.

Priva el derecho del aprendizaje universal y todos, incluso la abuela, necesitamos esto quizá, pero por ahora no lo entendemos. No entendemos como se alarga una vida sin ninguna razón, pero es seguro que algo ha de pasar, un propósito hay para ello y paciente y humildemente esperaré a que llegue el momento que liberará su alma y la enviará al firmamento, dejándonos un grado más evolucionados espiritualmente, habiendo aprendido y acumulado poderes que nos servirán en nuestro camino a la ascención. Mi madre quizá, yo, mis hermanas tal vez, mis hermanos, no se! Pero El sí y eso es lo que importa.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hiciste que llore.
Te quise mientras, te abrazo y sigo llorando un poco tu pena entre el querer quedártela y querer que parta...Con Amor,
Viviana
Los Tiempos de Dios no son los nuestros.

Lidia M. Domes dijo...

Yo lo viví de la misma manera e igual que tú me pregunté ¿quien soy yo para pedir...?

Te comprendo y te amo, los que pasamos por situaciones como éstas lo hacemos para todos, para que los demás también comprendan, sin tener que pasarlo...

No sé si te has fijado que cada alma en esta tierra cuando habita su cuerpo tiene sus aprendizajes, así es con tu abuela, tu madre, tú y tus hermanos, y tampoco sabemos que nos deja esta huella profunda en el alma como crecimiento...

Y tampoco importa porque lo único que podemos , en esos momentos es encomendarnos, como bien lo dices a la sabiduría divina que ve todo el conjunto y no parcialidades como vemos nosotros...

Rezar por su Alma para que la muerte se la lleve en andas sin más sufrimiento que el necesario, que todo transcurra en mucha armonía, sin culpas ni enojos , ya sucederá en su justo tiempo y mientras tanto, podamos a Dios su misericordia para todos los involucrados...

Un fuerte abrazo!!!
Lidia

Haz de luz dijo...

Vivi, gracias...no quise hacerte llorar, no he querido tampoco haber dejado de lado leerte, pero las circunstancias no me ayudan.

Siento muy cerca tu vibra y eso me llena de fuerzas.

Gracias de nuevo, te veo pronto.

Lidia, que bonitas palabras, me llenan de aliento. No tengo mucho tiempo pa leerte, pero me queda una tarea pendiente que me parece que va a ser muy entretenida. Gracias de nuevo.

González Luis dijo...

En algún momento de la vida, le pedí a Dios con todas mis fuerzas que liberara mi alma de este cuerpo y en otros momentos siento que ella sola se quiere escapar.
Pero he aprendido que justamente no puedo ir contra natura ni la disposición Divina para que se cumpla la fecha.
todos tenemos un principio y un final, aunque éste sea el inicio de una transformación!

Anónimo dijo...

No olvides que nadie muere y menos aún, si permanecen en tu corazón.

Sé sencillos y alegres como esa luz hermosa y sin doblez. El amor es alegría, es esa luz. No debes sentirte mal, porque nunca estarás solo.

Un punto de luz.