Mirá, ahí, en frente tuyo. No te tapés lo ojos, porque si no es por lo ojos entrará por tu nariz, o por tus orejas.
Si insistís en tapar tus huecos, subirá por tus pies, escalará tu cuerpo y hará un agujero negro justo en la coronilla de tu cabeza, ahí entrará, quizás con dolor, quizás con delicadeza, quizás sombría, íntima, justa, necesaria.
Toda la sabiduría que necesités entrará a tu alma por el vehículo que ocupás hoy, tu cuerpo, no insitás en evitarlo porque aumentará su fuerza.
La sabiduría, he de decirte, no es aquella que encontrás en los libros o en la internet, sino aquella que se desprende de la experiencia de vida que tenés y si prestás atención, también viene disfrazada por la experiencia de vida que tienen otros.
Tomá ese rayo de luz que se muestra frente a vos y abordalo, tomalo, seguilo, es tuyo, para vos.
1 comentario:
Si. Lo tomo!!!
Gracias!!!
Lidia
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