La energía con una cierta calidad o vibración tiende a atraer energía de una calidad y vibración similar.
El pensamiento y los sentimientos tienen su propia energía magnética, que atrae energía de una naturaleza similar. Podemos ver funcionar este principio, por ejemplo, cuando accidentalmente nos tropezamos con alguien en quien justamente estábamos pensando, o acertamos a escoger un libro que contiene la información perfecta que necesitamos en ese momento.
2 comentarios:
Hola, gracias por el linkeo, y gracias por la visita, me gustaria que me dieras tu mail para saber mas de tí
;-)
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