Pensando en la inspiración de mi amigo Capricornio, me he topado con razones y razones de porque la gente escribe; al menos la gente que leo. Mucho lo hacen para anotar lo que les gusta de los demás, sabiendo a esos demás como famosos escritores, novelistas o columnistas, entonces citas sus frases para hacer conciencia de ellas.
Otros, no tienen necesidad de citar a nadie, porque son un volcán de palabras mágicamente combinadas por si mismos, que son capaces de provocar envidia del más afamado escritor. Estos, están a un paso de ganar un premio literario y la mayoría ni cuenta se ha dado.
Otros tienen una imaginación fantástica; la utilizan para ambientar sus historias, capturando la atención de los lectores, consumiéndolos en mundos que solitos no se hubieran atrevido a visitar. Otros saben que lo suyo, sus vidas mismas son novelas que vale la pena exteriorizar y aunque algunos se disfracen en piel de oveja para contar sus maldades, hay quienes se disfrasan de lobos para explicarse su propia vida. Otros, simplemente viven y cuentan eso que viven.
Yo me he preguntado en que punto estoy yo: ni dotes de escritor, no hay imaginación para novelas o cuentos, menos capacidad literaria para poemas. ¿En donde estoy?
Esa es la eterna pregunta que tengo para mi siempre. Pero me doy cuenta que no solo me pasa con lo que escribo, sino que me pasa con lo que vivo. Y quizás sea esa la razón por la que tengo esta casa y otra más y otra más por allá (en un mundo olvidado). Siempre me escudo en la razón del porqué de las cosas y por eso es que escribo. Porque quizá con el tiempo, entre tanto que escribo encuentre alguna respuesta a mis tantas preguntas, las que me hago siempre, de las que quiero respuestas.
Un amigo blogero dice que él, siempre anda con un ojo hacia afuera y otro hacia adentro, se enfrasca en la dualidad de su mirada y equilibra lo que vive con lo que siente. Yo siempre he querido encontrar ese equilibrio, pero siento que no lo logro. Todo lo contrario, vivo en la obligación de hacerlo; mirando más hacia adentro, buscando allí razones para mirar hacia afuera, en donde solo encuentro caos, desorden, sensaciones tan terrestres como mi vida misma.
Encuentro en este análisis, más razones para querer escapar hacia adentro y no salir jamás de ese "encierro", sino quedarme ahí eternamente.
Inspiración? de donde quiera que venga, es única y para cada quien.
Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo.
3 comentarios:
muy bueno el blog, vamos a seguir pasando... saludos
No hay idea visionaria, científica o sencilla, que no considere su pasado y su intento de explicárselo a sí mismo.
Las enciclopedias y libros están cargadas de preguntas y eventuales respuestas.
El niño que aprende en sus 2 primeros años un idioma y absorbe conceptos, entonces inicia una etapa de variooooos años, con su constante: "Mami..por que hay estrellas? "Papi: que tengo por dentro?... en las más básicas humanas, hasta las más filosóficas que a pesar de los años, a veces no terminamos de contestarnos.
Dicen que al elefante, le estorba el moco durante sus 2 primeros años porq no sabe para que se usa, ese chorizo colgado en su proia cara!, luego vendrá la realidad de vida, donde ni se lo pregunta, sino que lo utiliza y listo. Así pasa con algunos de nosotros.
Y, para mi la inspiración es la que ahora me lleva a escribir...
Por eso no llevo un ritmo cierto: a veces brota... a veces, no...
Y para mi está bien así, no me esfuerzo, no podría...
Cuando surge, escribo y publico, no tengo nada guardado esperando...
Si, creo que cada uno a su manera, y está bien...
Un abrazo de Luz,
Lidia
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