sábado, 20 de septiembre de 2008

Inspiración

Pensando en la inspiración de mi amigo Capricornio, me he topado con razones y razones de porque la gente escribe; al menos la gente que leo. Mucho lo hacen para anotar lo que les gusta de los demás, sabiendo a esos demás como famosos escritores, novelistas o columnistas, entonces citas sus frases para hacer conciencia de ellas.

Otros, no tienen necesidad de citar a nadie, porque son un volcán de palabras mágicamente combinadas por si mismos, que son capaces de provocar envidia del más afamado escritor. Estos, están a un paso de ganar un premio literario y la mayoría ni cuenta se ha dado.

Otros tienen una imaginación fantástica; la utilizan para ambientar sus historias, capturando la atención de los lectores, consumiéndolos en mundos que solitos no se hubieran atrevido a visitar. Otros saben que lo suyo, sus vidas mismas son novelas que vale la pena exteriorizar y aunque algunos se disfracen en piel de oveja para contar sus maldades, hay quienes se disfrasan de lobos para explicarse su propia vida. Otros, simplemente viven y cuentan eso que viven.

Yo me he preguntado en que punto estoy yo: ni dotes de escritor, no hay imaginación para novelas o cuentos, menos capacidad literaria para poemas. ¿En donde estoy?

Esa es la eterna pregunta que tengo para mi siempre. Pero me doy cuenta que no solo me pasa con lo que escribo, sino que me pasa con lo que vivo. Y quizás sea esa la razón por la que tengo esta casa y otra más y otra más por allá (en un mundo olvidado). Siempre me escudo en la razón del porqué de las cosas y por eso es que escribo. Porque quizá con el tiempo, entre tanto que escribo encuentre alguna respuesta a mis tantas preguntas, las que me hago siempre, de las que quiero respuestas.

Un amigo blogero dice que él, siempre anda con un ojo hacia afuera y otro hacia adentro, se enfrasca en la dualidad de su mirada y equilibra lo que vive con lo que siente. Yo siempre he querido encontrar ese equilibrio, pero siento que no lo logro. Todo lo contrario, vivo en la obligación de hacerlo; mirando más hacia adentro, buscando allí razones para mirar hacia afuera, en donde solo encuentro caos, desorden, sensaciones tan terrestres como mi vida misma.

Encuentro en este análisis, más razones para querer escapar hacia adentro y no salir jamás de ese "encierro", sino quedarme ahí eternamente.

Inspiración? de donde quiera que venga, es única y para cada quien.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Más de mi Ramadán

Miércoles:

Ha sido duro. He dicho que no espero nada, no espero mensajes, no espero reconocimeintos, pero en realidad me gustaría, una señal quizá! He pasado un día largo, pero claramente ocupado se hace más fácil la tensión. Cada vez me cuesta más despertar y por la noche, es muy fácil dormir. Supongo que es un poco de debilidad, no crees?

He hecho un recuento de mi sensaciones y es fácil confundir un sueño con la alerta en que me encuntro. Tuve mucho trabajo este día, pero muchas distracciones, empezando por el hambre. Seguí hidratándome, eso sí.

Jueves:

Este día decidí que sería completo, ya no hay juguitos ni frutas, solo agua. Igual no entiendo claramente la razón por la cual estoy haciendo esto, quizá un poco de atención de mi mismo hacia mi interior me lo reclama. Quizá sea que necesito conocer mi capacidad de adaptación o quizá sea una simple fábula que me he montado.

He visto más claramente la posición de los demás con respecto a la mía, al menos eso creo. Pero he visto más claramente mi posición con respecto a la de ellos. El poder y la gloria de cada quien en medido en términos distintos por unos y por otros, porque lo que importa para unos es distinto para otros.

Hoy tengo trabajo hasta noche, es una dicha porque estaré ocupado.

Viernes:

He roto mi ayuno, pero lo he hecho por salvar circunstancias. No vale la pena hablar de ello ahora, pero es un hecho que ha llegado sin querer, ese mensajes que quise escuchar. Debo hacer esto nuevamente, pero con una conciencia distinta.

Yo soy de un tipo de persona; soy de una manera y es distinta a la de otros. Pero lo otros son distinos entre sí. No hay nadie igual. No soy más especial que los demás, porque todos tienen una especialidad distinta. Vos, sí vos, el que me lee ahora, sos distinto a los demás, sos de un tipo de persona de maneras distintas a las de otros, a las mías. Pero los demás son especiales también, con una especialidad distinta a la tuya. Lo ves ahora?

Cada quien encaja en este inmenso rompecabezas en un lugar distinto y especial, estás al lado de otros que como vos, suelen pensar por mucho tiempo cuál es su función en este alborotado escenario en que estamos. Estos, nosotros, nos pasamos la vida tratando de encajar en un espacio que la mayoría del tiempo no es el nuestro.

Así, agotamos nuestro tiempo y nuestra energía acoplándonos, cambiando nuestra forma para encajar con el paisaje de la foto. Hemos logrado alternativas y hemos aprendido a camuflarnos, porque es más fácil encajar por los demás que hacer lo nuestro.

Vos y yo, somos de maneras distintas; con especialidades distintas y debemos solamente adoptar nuestra propia figura y nuestro propio color, ya vendrá el momento de encontrar, naturalmente, nuestro lugar. Ese con el que encajamos perfectamente en el rompecabezas. No debemos hacer nada, porque ser es nuestra razón. Para eso estamos acá, para ser nosotros mismos sin cambiar nuestra escencia.

El rompecabezas no se va a completar, hasta el tanto en que cada quien ocupe su lugar. Por eso es importante no opener resistencia a nuestra naturaleza. Debemos ser nosotros mismo y dejar a los demás ser quienes son.

Gracias Dios por dejar un vínculo entre vos y yo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Mis primeros días de Ramadán

Lunes:

El día comenzó sin ningún apuro, traté de tomar alimentos sanos lo más temprano que pude, pero sobre todo, mentalizándome para enfrentar el día sin pensar el la comida, pero sí en dar gracias por lo que tengo y pedir perdón por lo que no agradezco.

No parecía haber nada diferente, excepto mi propia conciencia de tener en mente estos dos sentimientos sobre mi mismo: agradecer y perdonar. Con el tiempo pude observar una creciente lista de cosas que agradecer, pero mi lista de perdón estaba vacía prácticamente.

Durante las primeras horas tuve una gratísima sorpresa que me obligó a permanecer el día entero en el concepto de agradecimiento. Se me permite ingerir líquidos, comer antes de la salida del sol y después de que este se ha puesto; así que mi mamá (tan linda como siempre) me esperaba con un inmenso "pichel" de fresco de frutas para que me acompañara durante el día y estuviera hidratándome.

Este detalle creó conciencia en mi sobre el valor que tiene mi mamá de mi mismo y la amé concientemente de ese sentimiento; mi papá me preguntó a su manera como andaba todo con mi experiencia y me alegré también por ello y mucho; lo mismo logró mi hermana con sus deseos de buena suerte y ánimos para mi primer día.

Estos sentimientos se colocaron como la base de mi lista de agradecimientos y mi cabeza no los dejaba escapar de ninguna manera; así pues decidí hacer un giro importante en mi método de ayuno: No comería nada en lo que resta del día, sino hasta el día siguiente. Líquidos sí.

Durante la noche, habiéndome acostumbrado a la sensación de hambre, pedía mi mente a gritos un poco de alimento, pero soporté bien la crisis enviándole más líquidos al sistema, no conviene deshidratarse. Sin embargo, empecé a tener una sensación de estar soñando despierto.

Martes:

Mi sengundo día de ayuno empezó con un buen desayuno, sin respetar las horas tal vez, pero con la fuerte convicción de estar entrando en una etapa más conciente de mi deseo de ayunar. Este día tuve que salir de gira por mi trabajo y no me quedó más remedio de comentar sobre mi ayuno a un compañero de trabajo.

Mi mamá volvió a preparame un gran pichel de fresco de frutas natural con un poco de espinacas para darme energía, me dijo.

Este día estuve más conciente de mi ayuno, pero quizás fue porque también estuve más conciente de mi hambre. Salí a comprar un par de botellas de agua y menos de 200 metros, me encontré con por lo menos, 10 personas comiendo algo, lo que por supuesto provocó más y más mis ganas de comer algo, pero resistí.

Convencido de que el agradecimiento por descubrir que la gente que me rodea se involucró con mi experiencia, decidí no comer nada por la noche. Sin embargo, esta vez fue especialmente difícil, pues llegué a casa a la hora de cocinar, por lo tanto los deliciosos olores me atraparon entre mis dudas y mis fuerzas. No cené esta vez tampoco, pero estuve mucho más conciente de todas las sensaciones que se producen en mi por el hecho de no masticar.

Esta vez pensé por mucho tiempo en la gente que no tiene nada que comer y tampoco que beber y deben disminuir sus ánsias a punta de agua. Encontré algunas cosas por las cuales pedir perdón y empecé por el hecho de no haber reconocido esta lista que cada día crece y crece, sintiéndome ahora egoísta y vanidoso, al pensar que no tenía nada de qué pedir perdón.

La buena noticia fue que conforme aumenta mi lista de cosas por las cuáles pedir perdón, también crece la lista de cosas por las cuales agradecer.

Un rayo de luz

lunes, 8 de septiembre de 2008

Mi intención del Ramadan

Ramadán (en árabe رَمَضَان ramaḍān) es el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol.


La palabra ramadán se suele usar en castellano para designar dicho ayuno, cuyo nombre en árabe es ṣawm (صَوْم).


El día comienza con la caída del sol, y el mes comienza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar.

Sin ninguna intención de ofender a nadie, pues no soy musulmán, he decidido hacer unas variantes a este sagrado mes y aplicar lo que me sirve para mi propio crecimiento. Haré un ayuno similar, pero reduciéndolo un tiempo considerable. Intensificaré mis meditaciones, pero sobre todo, pondré muchísima más atención a la intención de mis plegarias, enfocándome en el agradecimiento y el perdón.

No estoy preparado para hacer el Ramadán tal cual lo estipula la ley religiosa musulmana; primero porque mi formación no es musulmana (lo mencioné); luego porque ya empezó el noveno mes; también porque deberé ajustar los horarios según mis actividades y por último, con el absoluto convencimiento de que es solamente mi intención, sin pretender decir que estoy haciendo Ramadán, la forma de asegurar que mi cuerpo esté en sintonía con mi alma y aprenda de ella, los maravillosos dones del agradecimiento y el perdón.